Conocer el perfil de usuario permite desarrollar un producto de calidad, ya que permite comprender sus necesidades y las funciones que deben incluirse. Para ello hay que describir sus características:
- Características demográficas: edad, género, lugar de residencia, nivel socio-económico.
- Experiencia profesional: nivel educativo, años de experiencia laboral, funciones y responsabilidades del cargo.
- Información de la compañía: Sector, tamaño de la compañía.
- Habilidades tecnológicas: Nivel, años de experiencia.
- Experiencia específica con el producto: Experiencia con productos de la competencia u otros productos específicos del sector.
- Tecnología disponible: Hardware, software y otras herramientas.
- Opiniones y aptitudes: Preferencias de producto, temor a la tecnología.
- Estilo de aprendizaje: Auditivo, visual.
- Evaluación de errores: Consecuencias que podrían causar los errores del usuario.

¿Cómo clasificamos a los usuarios?
De acuerdo al tiempo que usan el producto:
- Primario: Quienes trabajan regularmente con el producto.
- Secundario: Quienes trabajan de manera poco frecuente con el producto.
- Terciario: Quienes son afectados por el producto o por quienes toman la decisión de adquirir el producto.
De acuerdo al uso dado al producto:
- Usuarios de comando: Ejecutan tareas como cálculos y generación de reportes.
- Programadores: Utilizan la información generada para desarrollar su propia aplicación.
- Personal de soporte: Da asistencia e información de las funciones del producto.
También hay que evaluar quiénes pueden considerados como usuarios:
- El usuario final.
- El administrador que configura el software para el usuario final.
- El que recibe la información generada del software.
- El que decide la compra del software.
- El que usa el software de la competencia (y se quiere convencer de usar nuestro producto).
Fuente: Courage C, Baxter K (2005) Understanding your users. A practical guide to user requirements. Methods, Tools and Techniques. Elsevier